La mayoría de las personas parecen como si estuvieran viviendo sus vidas en
trance – sonámbulos insensibles que hacen las mismas cosas día a día -,
mientras que están estancados en varias rutinas que se han acumulado durante
los años. Rutinas que les dan la sensación de estabilidad en un mundo inestable
y cambiante. No hay otra variedad que no sea simplemente cambiar de
programas de televisión, comprar un ordenador nuevo y juegos de consola, o
estar pendiente de los últimos escándalos de celebridades y políticos.
La gente ya no tiene tiempo para llamar a sus amigos y pasar tiempo con ellos
pero malgastan horas de su valioso tiempo en internet, con Facebook (revisando
los mensajes de estado), jugando juegos adictivos, chateando con extraños al
azar o viendo vídeos en YouTube. Tú seguro que puedes escuchar a la gente
murmurar, “estoy en un apuro” o “no tengo tiempo”, mientras que salen
disparados desde sus lugares de trabajo a sus lugares de entretenimiento (es
decir a sus casas).
La gente ha dominado la habilidad de realizar múltiples tareas y pueden realizar
varias actividades al mismo tiempo pero carecen de la capacidad de concentrarse
en una sola cosa a la vez y se preguntan por qué no finalizan nada o por qué no
están satisfechos con el resultado de su trabajo.
Sin embargo, el estado de ser un sonámbulo insensible puede ser muy
prometedor – después de todo, lo único que tienen que hacer es echarse sobre el
sillón y empezar a disfrutar de la vida, que puede ser un emocionante viaje lleno
de aventuras en horas frente al televisor o la consola de vídeo . Esta es una
posible forma de vida, pero siempre tendrás un vacío dentro de ti mismo que
no vas a ser capaz de llenar – no con el entretenimiento, no por la acumulación
de riquezas, la recopilación de elementos tangibles o continuamente cambiando
de pareja. Esa es la carga de ser un sonámbulo – no llegarás a la verdadera
plenitud y conciencia, para ponerlo simple: tú no serás capaz de llenar el vacío
dentro de ti mismo.
Comienza a vivir tu vida ¡AHORA!
Los sonámbulos de los cuales estaba hablando anteriormente sin duda cumplen
con sus necesidades específicas para la nutrición, la seguridad, el amor, la
felicidad y el entretenimiento pero ¿Realmente viven sus vidas – de forma activa
y consciente – o están soñando y actuando en piloto automático? Vamos a verlo
de esta manera… estoy seguro que has oído o visto en algún documental de
gente que ha tenido una experiencia cercana a la muerte y han hablado sobre el
fenómeno de ver toda su vida destellar ante sus ojos interiores, al igual que una
película. La película que se estaba proyectando delante de sus ojos contenía
todos los momentos emocionantes y excitantes que habían vivido toda su vida.
La única pregunta es: ¿Te gustaría realmente verte a ti mismo sentado delante
de un televisor o un ordenador cuando “estés viendo la película de tu vida”?
¿Mirarte observar cualquier cosa, cuando el “director” te muestra los mejores
momentos de toda tu vida? ¡Yo ciertamente, no! Prefiero verme realmente
viviendo mi vida – no observando una vida de ficción en la pantalla del televisor o
jugando un juego de rol en una consola.
El valor de vivir tu vida al máximo
Todo lo que necesitas para vivir tu vida al máximo es valor – nada más y nada
menos. Esto suena bastante minimalista y sencillo a lo cual hacerle frente pero la
falta de valor es un factor clave que impide que la mayoría de las personas vivan
su vida al máximo. Estas personas no son necesariamente cobardes – no en
todos – ya que están simplemente atrapados en sus confortables rutinas diarias.
Para decirlo metafóricamente: Hay algunos sueños de los cuales no quieres que
terminen. El valor es un factor crucial, no podrás vivir tu vida al máximo si no te
atreves a hacerlo o te sientes tímido con los riesgos que puedan venir de ello.
Escucha a tu corazón
Esto que describo a continuación es así desde el principio de la historia de la
humanidad, por lo que no es sólo una tendencia reciente: los jóvenes eligen –
influenciado por el consejo de sus padres (o amigos) – a recorrer un camino
predeterminado que fue seleccionado para sus vidas – un camino que podría
haber sido elegido por sus padres o dictados por la sociedad en que viven – a
menudo antes de que nacieran. Algunos otros persiguen el olor de los billetes y
siguen el deseo de acumular tanto dinero y bienes materiales como sea posible
tener. Hay muchos otros ejemplos donde las personas toman decisiones
importantes para su vida basada exclusivamente en factores externos – algunos
se ganan la vida en trabajos a los cuales no les gustan absolutamente y odian,
trabajos que incluso podría interferir con sus creencias, otros se convierten en
abogados porque toda su familia constaba de abogados por décadas. El error
que cometemos es que ponemos demasiado énfasis en la importancia de los
factores externos – como la tradición de la familia el dinero y el honor, etc. – en
lugar de escuchar a nuestros corazones y ver después a dónde nos lleva.
No tienes necesariamente que romper con la tradición de tu familia cuando
sigues a tu corazón, ¡absolutamente no! Pero hay una gran diferencia entre la
opción de convertirte en un bombero “porque mi papá, mi abuelo y mi bisabuelo
eran bomberos” o optar por convertirte en un bombero ya que tu verdadero
deseo desde que eras un niño pequeño es querer ayudar a otros cuando están
en peligro.
Escucha a tu corazón cuando tomes decisiones importantes y trata de
desatender los factores externos prometedores (dinero, etc.) solo por un
momento. ¡Ten el coraje de seguir a donde tu corazón te lleva! Toma conciencia
de las cosas que tu corazón desea y preguntante a ti mimo si realmente crees
que tu corazón pueda desear algo tan superficial y material como dinero, coches
de lujo y joyas. Cuando miras desde otra perspectiva podrías descubrir que no es
lo tangibles lo que tu corazón realmente desea, pero si desea cosas más valiosas
como la verdadera amistad, la felicidad, el amor, así como también la
satisfacción y la paz interior con uno mismo.
Reconciliando y aceptando el pasado
Casi todos nuestros pensamientos, preguntas y preocupaciones giran en torno a
hechos y situaciones con el pasado o con el futuro próximo. Cuanto más de cerca
se mira, más te das cuenta de que sólo un porcentaje pequeño de nuestros
pensamientos giran en torno a la actualidad. Por lo tanto, casi todos los seres
humanos están muy centrados en el futuro y en los cambios que vienen junto con
él, o claramente viven en el pasado lleno de pesar por los cambios ocurridos
hasta ese momento.
Sin embargo, preocuparse por el futuro o luchar con el pasado – no importa lo
que haya pasado – puede ser un gran obstáculo cuando se trata de la ambición
de vivir tu vida en este momento al máximo, que podría incluso impedir que lo hicieras. Acepta el pasado como lo que es, algo que pasó y no puede ser
cambiado. Gastar un solo segundo con el pesar de tu pasado te quitara la
posibilidad de disfrutar de este momento al máximo, dentro del próximo minuto y
así sucesivamente. Preocuparte por el pasado puede ser visto como un círculo
vicioso, que no sólo se corre el riesgo en este mismo momento de no poder
cambiar lo que no te gusta, sino que también te proporcionara otra buena razón
para no luchar por un potencial futuro, “¿Por qué no puedo hacer nada al
respecto, cuando iba a hacerlo?”, etc.
Como puedes ver – preocuparse por el pasado y el futuro puede ser un círculo
vicioso que ocupa tu mente con pensamientos y situaciones que no están
relacionados a la situación actual, lo que finalmente te impide vivir la vida al
máximo. La clave del éxito radica en la aceptación de lo que pasó y la
reconciliación con el pasado, con las oportunidades que te has perdido y con lo
que te arrepientes. La comprensión de que la única manera de cambiar cualquier
cosa en la vida es tomar medidas ahora, en este mismo momento, esto además
te ayudará a reconciliarte con tu pasado. Vivir tu vida al máximo, no se puede
lograr cuando estás viviendo mentalmente en el pasado y visualizando
continuamente todas las oportunidades de oro que te has perdido toda tu vida.
No pases la pelota
La segunda parte de este artículo se llama “la importancia de la
responsabilidad”, ya que creo que no solo necesitas mucho coraje, también
debes tener la voluntad de asumir la responsabilidad de aceptar lo que sucedió
en el pasado y reconciliarte con él. Después de todo, es mucho más fácil culpar a
otros por tus propios errores y a influencias externas responsables del desarrollo
de tu vida, en lugar de reconocer que podría haber sido tu propia culpa y buscar
las razones de ello dentro de ti mismo.
Si lo haces, liberaras una gran cantidad de presión de tus hombros, incluso
podrías tener una muy buena sensación al saber que eres culpable de alguna
evolución negativa en tu vida y como siempre no culpar a otros por ella y además
esto no te permitirá convertirte en una víctima indefensa. Ser víctima no sólo te
hace vulnerable, sino que esto también se llevaría la última oportunidad de
cambiar algo de tu situación actual. Las acusaciones pueden redirigir tu enfoque
(de hacer algo al respecto o hacer lo mejor de ello) con respecto al problema que
pudieras tener desde hace muchos años atrás y que no se puede cambiar ni
deshacer. Asumir la responsabilidad de tu pasado y reconciliarte con él, te
permitirá recuperar el poder sobre tu vida, te ayudara a aceptar el pasado, a
perdonar a los demás y a hacer borrón y cuenta nueva, pero lo más importante
de todo: comenzarás a centrarte en el presente y vivir en este momento. Has
evidente que el que vive en el pasado y el que se lamenta pierde la oportunidad –
en este momento – para hacer lo mejor posible para cambiar o empezar de
nuevo.
Acepta el pasado, deja que el pasado sea pasado y saca el mejor provecho de tu
situación. Al final, depende solo de ti; tú decides seguir lloriqueando sobre el
pasado o hacer lo mejor de ello ahora, para que puedas mirar hacia atrás un día
con una sonrisa en la cara y reconocer que todo ha venido a un buen fin.
¡Atrévete a ser consciente!
Vivir tu vida al máximo consiste de tres elementos que se complementan
mutuamente – la parte activa (= tomar medidas), la parte de responsabilidad (=
tomar responsabilidad por el pasado) y por último, la parte reflexiva – el ying y el
yang de vivir tu vida al máximo. Vivir tu vida al máximo no sólo consiste en la
adopción de medidas o aceptar el pasado, sino además debes vivir tu vida en un
estado consciente de la mente, en el que inviertes algo de tiempo en ti mismo
para reflexionar y pensar sobre tu vida en general. No necesariamente tiene que
ser una restricción, no necesitas dejar de ver televisión o reducir drásticamente tu
uso de Internet, tan solo incluye tu deseo de pasar algún tiempo contigo mismo
(sin distracciones) todos los días.
Ten pura honestidad hacia ti mismo y tu vida
Cada vez que hayas tomado algún tiempo para reflexionar sobre tu vida, es
esencial que seas completamente honesto contigo mismo. Hazte la pregunta, si
estás viviendo – en este momento – la vida que siempre has soñado, la vida que
concebiste cuando eras un niño pequeño, el sueño que has desarrollado a lo
largo de toda tu vida y que se ha hecho más y más detallado con cada día que
pasa.
Pregúntese si estás contento con tu personalidad, tu trabajo y tu forma de vida en
general. ¿Eres tú el creador de tu vida y tomas el control de la misa, eres
responsables de tus acciones o has cambiado a tu papel de víctima y sólo
reaccionas a las acciones de otras personas? ¿Estás viviendo tu vida con
entusiasmo y asombro, tienes curiosidad por descubrir lo más profundo de la
vida, o dependes de la televisión para estimularte y entretener por un período
determinado? ¿Es tu vida una rutina o una aventura diferente cada día?
Durante todo el día, estamos con prisas ante todas las cosas que creemos que
son importantes para nosotros. Pero seamos realistas… no hay nada realmente
importante que no sea este mismo momento, siempre y cuando hagamos uso de
él y lo disfrutemos o no.
Por: Juan Carlos Valda
Mail: jcvalda@grandespymes.com.ar
P/D
Juan Carlos Valda, Argentino, Licenciado en Administración de Empresas, Doctor en Ciencias de la
Administración, con un posgrado en Control de Gestión. Su trayectoria docente comenzó hace más
de 30 años en la Universidad de Belgrano (donde aún continúa dictando clases), en la Escuela
Argentina de Negocios, la Universidad Abierta Interamericana entre otras Instituciones.
Fuente: https://www.exitoysuperacionpersonal.com/vive-tu-vida-al-maximo/
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